El secreto de la indiana, de Jorge Laguna


Una extraña muerte. Dos hermanos en la ruina. Y la llegada de una desconocida inversora que oculta un gran secreto. 
Isla de la Palma, 1876. Miguel y Alejandro son gemelos y acaban de heredar la fábrica de tabacos La Indiana de forma repentina. Ambos quieren continuar con el negocio familiar, pero descubren que está al borde de la quiebra. La única opción es la venta.
Eliana, oriunda de Cuba, acaba de instalarse en la isla. Fascinada por la tabaquera, está dispuesta a invertir en el negocio para ayudarlos. Pero la mujer oculta un secreto que si se descubre puede arruinar la vida de todos.

Con una portada de este tipo, que me invita a pensar más en las novelas llamadas «sagas familiares» en donde la ambientación y la historia del devenir de una familia en una época pasada es el pilar principal de la narración, El secreto de la indiana ha resultado ser algo diferente. Partiendo de ese tipo de esquemas (historia, época pasada, familia, infortunios, secretos, amor, venganza, odio), me he topado con una novela más oscura de lo que pensaba, más explícita en algunos momentos y, al menos para mí, más inteligente en construcción y enfoque de lo que el simple vistazo a su portada y contraportada me muestran

No sé si por esos capítulos cortos, que te van deshilando poco a poco la madeja que supone el porqué de todo, o por el tema del mundo tabaquero en las islas, con el trasfondo de ese final del diecinueve y la relación con las colonias y con la península, he disfrutado mucho mientras leía, poco a poco, qué les ocurría a estos dos hermanos, tan distintos entre sí pero unidos por el peso de la sangre, y a una mujer, gran protagonista junto con la lucha por sobrevivir, que desafía su propia existencia

Un acierto ha sido el dotar a cada personaje de su propia parcela, por muy pequeño que haya sido su papel, sin la necesidad de desarrollar con detalles innecesarios las motivaciones que obligaban a tomar una u otra decisión. Ellas y ellos (remarco las diferencias porque hay varias ellas y varios ellos) son el centro de su propia historia, entrelazándose de una manera u otra para armar El secreto de la indiana, trasladando esas pasiones mundanas al conflicto que se genera entre ellos y a su lucha personal

Realismo oscuro, junto con ambientación histórica (dice la contraportada que está basado en hechos reales), buena dosis de diálogos, inteligentes y llenos de significancia, descripciones las justas para que seas capaz de oler esas hojas de tabaco sin sentirte abrumado o de sufrir con ellos, y alguna incursión de personajes reales históricos que aportan más veracidad a lo que estamos leyendo (algo así como un cameo literario), hacen que esta novela se lea cómodamente y con mucho interés

No he comentado nada de la historia en sí: tenemos dos hermanos gemelos que se quedan huérfanos de un padre autoritario y dictador, una mujer que parece que huye con su criada de un pasado no muy halagüeño, una mujer trabajadora que busca su camino, una mujer cuyo destino ya se decidió desde el momento que nació, un hombre ahogado por sus remordimientos (o no), los que pelean, los que engañan, los que quieren más y los que simplemente están ahí presentes aunque ya no estén; y tenemos el tabaco, motor económico de la zona. 

Jorge Laguna nos adentra en los entresijos de esta industria, de las haciendas (¿se llaman haciendas?), de sus jornaleros, de cómo se trabajaba las hojas del tabaco, y, sin ser denso, ha conseguido mi plena atención, e interés, por la historia de esta industria y su relación con Cuba. Además, aprovechando esta conexión, nos muestra un poco del efecto de ese pasado colonial, nada respetable, y de los actos acometidos por algunos, con la impunidad de todos.

Lógicamente, al hablar de relaciones humanas, más temas son tratados en este libro, pero eso ya os lo dejo a vuestro descubrimiento. Si os sirve de algo, a mí me ha gustado, he disfrutado mucho de su lectura y su historia, desde el primer capítulo hasta el último (para mí un acierto). Eso sí, no esperes lo que no es, y no quiero explicarme aquí.



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Comentarios

  1. No pinta nada mal, pero ahora mismo tengo tanto pendiente que voy a dejarlo pasar. Quizás más adelante.
    Besotes!!!

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    1. Ay, los eternos pendientes. Yo ahora creo que he aprendido a no sentirme culpable por no poder leer todo lo que quisiera xD
      Un abrazo

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